Te contamos algunas características para hacer un uso correcto de la herramienta, así como algunos tips para alargar su vida útil.
Gracias al material con que están fabricadas, las fresas de metal duro integral son ideales para trabajar con velocidades de corte y avances altos, ofreciendo alta productividad para procesos de ranurado, desbaste y acabado de las piezas. A diferencia de los insertos (óptimos para sacar grandes volúmenes de viruta), el uso de fresas de metal duro es recomendado para trabajar en pequeñas superficies, ranuras, profundidades, contorneados y superficies perfiladas.
En esta nota, te contamos 10 cosas que tenés que conocer de las fresas integrales de material duro:
1) Se trata de herramientas de gran precisión, incluso en diámetros muy pequeños: hay fresas de menos de medio milímetro.
2) Permiten la customización de acuerdo a las necesidades de cada usuario. SIN PAR ofrece soluciones especiales a cada cliente, con longitudes, hélices, perfiles, ángulos o radios distintos.
3) Las fresas integrales de metal duro tienen una larga vida útil y pueden ser reafiladas. La calidad y prestaciones de una fresa reafilada es la misma que la de una fresa nueva.
4) La fabricación de estas herramientas en carburo les otorga excelentes propiedades para soportar las altas temperaturas generadas por la velocidad con la que trabajan las máquinas de última generación, entre los 200 ºC y los 1000 ºC, durante el proceso de mecanizado.
5) Se llama ángulo de ataque al ángulo que forma el perfil de corte con la línea que une el punto de contacto entre la fresa y la pieza en su centro. Este elemento juega un papel muy importante en el comportamiento del corte y depende del tipo de material a mecanizar, pero siempre el operario debe tener en cuenta que, a menor ángulo, mayor tenacidad en la herramienta y viceversa.
6) Los materiales blandos como el aluminio, el cobre y algunos aceros pre tratados son de buena posibilidad de mecanizado, pero tienen el problema de ser pastosos. En estos casos, es necesario utilizar fresas con ángulos de corte positivos, con el fin de facilitar el corte y mejorar la evacuación de la viruta. Por el contrario, para materiales duros, por encima de los 54 HRC, es recomendado el uso de herramientas con ángulos de corte negativos o neutros, los cuales le otorgan mayor tenacidad a la herramienta.
7) Es también un factor determinante en el comportamiento de la herramienta, especialmente en aquellos materiales que permiten un mayor desalojo de viruta por unidad de tiempo (ej.: aluminio) que tanto el canal como el ángulo de corte sean lo más grandes posible, con el fin de facilitar su evacuación.
8) Existen fresas con 2 o más filos, ¿qué las diferencia?:
–fresas de dos filos: tienen gran espacio de salida de viruta y pequeño diámetro del alma. Tiene buenos resultados en desbaste y en fresado de ranuras. También son utilizados para taladrar en aleaciones de aluminio y materiales de viruta larga porque tiene corte al centro.
–fresas de 3 filos: Es la de uso más común. Es ideal para fresar ranuras en materiales férricos y aleaciones resistentes al calor.
–fresa de 4 filos: es utilizada para fresado periférico y fresado de caras y costados. Presenta elevada rigidez de la herramienta, debido al gran diámetro de alma. Tiene mejor ratio de viruta desalojada que con una fresa de tres filos.
9) La longitud de la fresa es un factor que interviene en las vibraciones de la herramienta durante el mecanizado. Una fresa corta no tendrá el mismo comportamiento que una larga. Es necesario tener en cuenta que, cualquiera que sea el tamaño de la herramienta, ésta siempre debe estar sujeta lo más cerca posible al filo, con el fin de evitar exceso de vibraciones y un mal acabado en el material.
10) La elección correcta de la fresa de metal duro es clave para evitar malos resultados. Es necesario tener en cuenta especificaciones técnicas así como mantener en buenas condiciones la máquina, para que la herramienta tenga una mayor vida útil. Indicaciones tan simples como el correcto almacenaje de las fresas sólidas de metal duro son clave para evitar que sufran daños. Por este motivo, las fresas SIN PAR se comercializan en embalajes especialmente diseñados para proteger los delicados filos de las fresas de golpes o caídas