Se perciben movimientos ajenos a la planta. Se escuchan ruidos ya conocidos del lugar pero que empiezan a sincronizarse y sonar. Forman algo nuevo, reclaman la atención de todos.
Se perciben movimientos ajenos a la planta. Se escuchan ruidos ya conocidos del lugar pero que empiezan a sincronizarse y sonar. Forman algo nuevo, reclaman la atención de todos.
Estamos en diciembre. La cotidianidad, el calor de la época, los acontecimientos del país. La intensa vorágine de fin año que nos hace pasar por alto el significado de esta época. Momento de balances, de reflexión y proyecciones; época para valorar nuestros logros, nuestro trabajo, para acercarnos a nuestros seres queridos.
En la planta de SIN PAR somos decenas de personas que compartimos el espacio de trabajo. Un lugar lleno de sonidos -herramientas golpeando, máquinas zumbando- donde el aporte de cada uno es clave para que todo el equipo funcione. Y cuando cada rol entra en sintonía con los demás, cuando se trabaja en equipo, esos ruidos asumen un ritmo, se transforman en música.
Quisimos colmar SIN PAR de música, con los sonidos de la planta y de los productos que hacemos todos los días. Para recordarnos el significado de las fiestas.
Nuestros vecinos, el equipo de la Escuela Universitaria de Artes de la Universidad de Quilmes, se acercaron a realizar la intervención musical en la planta. Un homenaje a todos que trabajan en SIN PAR todos los días y una forma de saludar a quienes nos acompañan a lo largo del año.
¡Felices Fiestas!