Las empresas suelen hacer hincapié en las innovaciones tecnológicas para aumentar la productividad. Pero no hay que descuidar otro factor: un personal bien capacitado que logre acompañar con su conocimiento el avance técnico de las máquinas.
Una empresa que no innova es una empresa destinada al fracaso. El avance tecnológico en estas últimas décadas ha puesto a las industrias en una posición de obligada inversión en investigación, maquinaria y tecnología de punta. Sin embargo, esta es sólo una cara de la moneda.
El hecho de poner todos nuestros esfuerzos en lograr una mayor eficiencia y calidad mediante la robotización y las innovaciones tecnológicas no debe hacernos olvidar de otro factor clave en el proceso productivo: el hombre.
Capacitar al personal y actualizar sus conocimientos en base a las funciones y tareas que debe desempeñar en su puesto también es de suma importancia a la hora de lograr mejoras económicas y productivas.
Los resultados, además, no sólo se reflejarán en un mayor crecimiento y productividad, sino en otros aspectos del día a día de la empresa, como mejor relación con los jefes, más comunicación interna y mayor agilidad en la toma de decisiones.
A esto se debe sumar que un empleado bien capacitado suele sentirse más seguro de sí mismo, más satisfecho con su puesto de trabajo y menos temeroso a la hora de resolver problemas.
Enfocándonos en nuestra industria, podemos concluir entonces en que es de suma importancia profesionalizar al personal que realiza mecanizados en las modernas máquinas herramienta y que pueda acompañar la evolución técnica de las mismas.
Por estos motivos, desde SIN PAR siempre buscamos promover la cultura del aprendizaje tanto internamente, con nuestro equipo de trabajo, como externamente, con programas de capacitación destinados a nuestros clientes (el ciclo SIN PAR Training Experience, es un caso) como a estudiantes de escuelas técnicas, que, en definitiva, son el futuro de la industria. El Sistema Dual, por ejemplo, es un programa de larga trayectoria en nuestro país que combina bloques teóricos y bloques prácticos en nuestra empresa.
La formación de los empleados es, sin dudas, una de las mejores inversiones. Porque sólo si los empleados aprenden, a empresa también aprende.