El primer paso para hacer un uso responsable de este recurso es conocer en detalle cuánta agua se consume en todo el proceso productivo.
A pesar de que casi dos tercios de las superficie terrestre están cubiertos por agua, menos del 1% de la misma es apta para consumo humano: el resto es agua salada o se encuentra congelada en los polos. Gran parte del agua dulce -un 22%, de acuerdo a datos de la ONU- es utilizada por empresas e industrias, para tareas de riego, refrigeración, limpieza, minería, etc.
Y aunque el suministro se mantiene constante, la demanda aumenta cada año. De hecho, se prevé que en los países en proceso de rápida industrialización este porcentaje se multiplique por 5 en la próxima década.
En el marco del Día Mundial del Agua, creemos que es de suma importancia detenernos a reflexionar sobre el papel de las industrias en el consumo mundial de este recurso, generando mayor conciencia sobre la necesidad de comprometerse y tomar medidas para poder revertir la crisis hídrica.
La huella hídrica
El primer paso para optimizar el uso del agua en una empresa o industria es saber con toda la exactitud posible cuánta se consume. Además del agua que se consume para beber o que se destina a limpieza, se debe tener en cuenta el proceso completo de producción.
La huella hídrica es el volúmen de agua que se utiliza directa o indirectamente en la elaboración de un producto. Existen diversos tipos:
- Huella hídrica verde: es la que mide productos con componentes agrícolas o ganaderos en su cadena de producción.
- Huella hídrica azul: cantidad de agua superficial o subterránea (sin tener en cuenta el agua salada) que se utiliza en la producción de un producto. Se incluye el agua que:
- Se evapora.
- Se incorpora en el producto.
- Se devuelve a una cuenca distinta o al mar.
- Se devuelve en un período distinto (por ejemplo, el agua extraída en época de sequía y devuelta en época de lluvias).
- Huella hídrica gris: es el volúmen de agua necesaria para asimilar la contaminación resultante de la fabricación de un producto. Se calcula en relación con las concentraciones naturales de esos contaminantes y los estándares de calidad de agua en esa región.
Según algunas estimaciones difundidas por el Centro de Investigación Superior de Ensenada, se necesitan:
- 400.000 litros para producir un auto
- 15.000 litros para producir un kilo de carne
- 32 litros para producir un microchip
- 13.000 litros para producir un smartphone
Las industrias del papel y cartón son las que más agua consumen: de la totalidad del agua consumida por industrias, este sector representa el 27%, según Aquae Fundación.
Nuestro compromiso
Desde hace años, en SIN PAR venimos implementando medidas e iniciativas orientadas a fomentar prácticas sustentables en nuestros procesos productivos. Además de certificar en las ISO 50001 de Sistema de Gestión de la Energía, hemos optimizado el consumo de recursos naturales.
Tal como se detalla en nuestro Reporte de Sustentabilidad logramos disminuir el uso de agua en un 35%, en el período 2016-2017. Al mismo tiempo, aumentamos el reciclado en un 18%.
Aunque aún falta mucho por hacer, mantenemos nuestro compromiso año a año. Por eso trabajamos a diario para seguir cumpliendo con los estándares de calidad que nos propusimos cuando elegimos seguir los lineamientos de la Global Reporting Iniciative (GRI), cuyo fin es impulsar la elaboración de memorias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones.