El torneado es un proceso de mecanizado por arranque de viruta: se elimina parte del material de una pieza para darle forma. Para obtener buenos resultados, es fundamental conocer estos 9 conceptos clave en el uso de insertos, la herramienta principal de esta tarea.
1. Elegí la geometría adecuada
Los ángulos del inserto —de incidencia, desprendimiento y punta— afectan directamente el acabado de la pieza y la duración de la herramienta. Una geometría correcta mejora la eficiencia del corte y reduce el desgaste prematuro.
2. Usá el material de inserto correcto
Según el material a mecanizar y las condiciones de trabajo, se eligen insertos de carburo de tungsteno, cerámica o CBN. Seleccionar el material adecuado mejora el rendimiento y previene fallas tempranas.
3. Ajustá la velocidad de corte
La velocidad relativa entre pieza y herramienta (m/min) debe ser la correcta. Un valor inadecuado puede provocar desgaste acelerado o rotura del inserto.
4. Controlá el avance por vuelta
El avance (mm/rev) influye en la productividad y en el acabado superficial. Un avance excesivo genera rugosidad; uno insuficiente, menor eficiencia.
5. Equilibrá la profundidad de corte
La cantidad de material removido por pasada debe estar en equilibrio con el avance para asegurar estabilidad, eficiencia y evitar sobrecargas en la herramienta.
6. Aplicá el tipo de torneado adecuado
Cada operación de torneado —cilíndrico, cónico, roscado, ranurado, tronzado o perfilado— requiere herramientas y parámetros específicos para lograr un mecanizado eficiente.
7. Optimizá la refrigeración y lubricación
El uso de fluidos de corte adecuados reduce la fricción, controla la temperatura y mejora el acabado, alargando la vida útil de los insertos.
8. Reducí vibraciones con buena rigidez
La rigidez del sistema máquina-herramienta-sujeción es esencial. Minimizar las vibraciones mejora el acabado y protege los insertos del desgaste prematuro.
9. Monitoreá el desgaste del inserto
Detectar a tiempo el desgaste —flanco, craterización, fractura o adhesión— permite ajustar parámetros y elegir recubrimientos que prolonguen la vida útil de la herramienta.
En conclusión, aplicar estas claves permite mejorar la calidad del mecanizado, optimizar el uso de insertos y reducir los costos en procesos de torneado.