Les contamos las diferencias de cada método de roscado para que pueda optar por una u otra de acuerdo a sus necesidades.
El roscado con macho y el fresado de roscas son dos métodos para mecanizar roscas. Si bien el primero es más popular, el segundo ofrece ciertas ventajas que todo taller o fábrica debería conocer. Acá les contamos las características y beneficios de cada herramienta para que pueda optar por una u otra de acuerdo a sus necesidades.
Entre las características distintivas de una fresa de roscas se destaca que:
- Puede abarcar un rango de diámetros de orificio en lugar de un solo tamaño. La medida está determinada por la trayectoria de la herramienta CNC y no por la herramienta en sí misma, lo que significa que el diámetro puede cambiar. De esta forma, una misma herramienta puede producir roscas en distintos diámetros, siempre y cuando éstas cuentes con un mismo paso.
- Puede llevar la rosca más cerca al fondo de un orificio ciego y mecanizar roscas en orificios grandes con facilidad. La punta cónica del macho, por su parte, hará tope al llegar al fondo, dejando roscas incompletas.
- Deja un espacio por donde salen las virutas. Además, las virutas suelen ser cortas y partidas. Esto evita que el agujero se tape y que la herramienta se rompa.
- Es capaz de combinar varias operaciones de roscado de orificios en una sola herramienta.
- Mientras que un macho de roscar sólo rosca, una fresa de roscar puede realizar otras operaciones de orificios como, por ejemplo, taladrar, hacer un chaflán, mecanizar la rosca y convolucionarla, es decir, cortar la porción incompleta de la rosca en la parte inferior.
- A diferencia del macho, la fresa puede producir una rosca izquierda o derecha, realizando un simple cambio en la programación del CNC. Además, puede retirarse del orificio con un avance rápido, sin necesidad de ser “desenroscada” o movida en reversa al final de la operación.
Pero, entonces, ¿por qué el roscado con macho continúa siendo tan popular? La respuesta tal vez tenga que ver con que se trata de una operación menos exigente, que puede ser realizada en una gran variedad de máquinas (casi cualquier centro de mecanizado o máquina de fresar) a velocidades convencionales, sin caminos de herramienta interpolados helicoidalmente.
Además, el roscado con macho también puede ser realizado en tornos con capacidad de herramienta rotatoria.
Un macho largo es capaz de mecanizar roscas de manera efectiva en orificios de mucha profundidad. Esto no sucede con una fresa de roscar: como las fuerzas de corte no están balanceadas, la herramienta es más propensa a la flexión. Generalmente, una fresa está limitada a una profundidad de cerca de 2,5 veces el diámetro de la herramienta.
El tipo de material a roscar también es un factor clave a la hora de decidir qué tipo de operación realizar. Mientras que el roscado con macho puede ser usado en la mayoría de los materiales con durezas de hasta 50 Rc, el fresado puede ser utilizado en materiales de hasta 60 Rc. Por otro lado, cuando se trata de metales exóticos, se recomienda el fresado.
Otro aspecto a considerar es la velocidad. El fresado de roscas suele exigir una velocidad de corte y de avance más rápida, ya que el camino helicoidal es más largo.