Las sierras circulares con dientes de metal duro, fabricadas con carburo de tungsteno, están diseñadas para el corte de metales no ferrosos, como aluminio, cobre y bronce. Gracias a su durabilidad, poseen una vida útil superior en comparación con las hojas de acero al carbono o HSS, minimizando la necesidad de afilado frecuente y permitiendo un rendimiento óptimo en una variedad de aplicaciones industriales.
Estas herramientas son compatibles con diferentes tipos de maquinaria, incluyendo sierras de banco, sierras sensitivas y sierras ingletadoras, y pueden usarse en sistemas de alimentación manuales o automáticos. Además, las hojas suelen contar con ranuras de expansión que permiten una adaptación térmica durante el corte, lo que reduce el riesgo de deformación y mejora la estabilidad durante el uso.
Modelo de las sierras
Al elegir una sierra circular de metal duro, es fundamental considerar el tipo de dentado.
- Positivo: Facilita un corte más rápido y un acabado más suave, ya que el ángulo positivo de ataque (entre +5° y +15°) permite una mejor penetración en materiales como el aluminio.
- Negativo: Aporta mayor control en el corte al ofrecer una ligera resistencia al material, lo cual reduce el riesgo de resbalones en el proceso, siendo ideal para operaciones manuales.
Aplicaciones y recomendaciones de uso
Las sierras circulares de metal duro son ideales para fabricar perfiles de aluminio para ventanas, puertas y estructuras arquitectónicas, así como en sectores aeroespaciales y automotrices donde se requiere precisión.
Por eso, se recomienda elegir la hoja con el número adecuado de dientes: más filos ofrecen un corte limpio, mientras que menos facilitan cortes rápidos. Además, el uso de lubricantes para metales no ferrosos optimiza el resultado y extiende la durabilidad de la herramienta.
Por estas características, las sierras de metal duro son la opción ideal para cortes de alta calidad en diversos entornos industriales.