Nuestra empresa donó herramientas de corte y perforación que serán utilizados para obras en comunidades en situación de vulnerabilidad.
SIN PAR decidió sumarse y apoyar el trabajo de Ingeniería Sin Fronteras, asociación civil que trabaja por el desarrollo local de comunidades en situación de vulnerabilidad a través de proyectos de ingeniería.
Nuestra empresa donó herramientas de corte y perforación que serán utilizados por la organización para construir una pileta comunitaria en Bernal Oeste y un puente vehicular sobre Arroyo Las Piedras. Además, las herramientas se emplearán en la ampliación de un centro comunitario en Córdoba y la construcción de un espacio comunitario en Comodoro Rivadavia.
“El aporte efectuado es muy valioso para que nuestros equipos de trabajo puedan continuar avanzando en los proyectos- agradeció el Ing. Adán Levy, director ejecutivo de Ingeniería Sin Fronteras-. Gracias al trabajo de los voluntarios y el apoyo organizaciones y empresas como SIN PAR, que deciden involucrarse a través de acciones concretas con su entorno para mejorar las condiciones y el acceso a derechos”.
Ingeniería Sin Fronteras nació hace ocho años por la inquietud de un grupo de personas que buscaban mejorar las condiciones de vida de comunidades en situación de vulnerabilidad. Hoy en día, cuentan con más de 260 voluntarios y realizan entre 12 y 15 proyectos al año en todo el país.
“Creemos firmemente que todas las demandas que atendemos son responsabilidad del Estado, sin embargo, no contamos con un presupuesto asignado. Buscamos la mayor pluralidad posible a la hora de financiarnos para tener libertad a la hora de tomar decisiones. En este sentido, las donaciones de los socios -tenemos más de 7000- de colegios profesionales y empresas es clave”, explica Francisco Odeón.
“Lo que nos motiva es atender a demandas comunitarias y no personales. Cuando nos enteramos que hay una comunidad con un problema, nos acercamos para ver cómo podemos solucionarlas y trabajamos en conjunto con ellos. La idea es trabajar con comunidades e instituciones para fortalecerlas, para que no dependan de que nosotros estemos o no”, agrega.
Un ejemplo de esto es un proyecto de recolección de agua de lluvia que llevaron a cabo en poblaciones rurales de Santiago del Estero, con problemas de presencia de arsénico en las napas y largos meses de sequías. “Acompañamos a la comunidad en al construcción de techos y cisternas que les permitieran cosechar agua. Lo hicimos en conjunto con los pobladores y de manera muy básica para que ellos, en un futuro, puedan replicarla”, afirma.
Ingeniería Sin Fronteras, además, suele dar capacitaciones para favorecer la inclusión social de las personas. En 2018, mejoraron un salón de la cárcel de Ezeiza: durante el trabajo se capacitó a un grupo de jóvenes, a quienes se les enseñaron tareas de carpintería y de albañilería, que les servirán como herramientas al momento de buscar trabajo cuando estén en libertad.