El uso de refrigerante para operaciones de taladrado es sumamente recomendable debido a que alarga la vida útil de la herramienta y brinda mayor seguridad a los operadores.
Los lubricantes refrigerantes SIN PAR de la más alta calidad en el mercado cumplen con los requisitos más exigentes de las operaciones de mecanizado facilitando la aplicación en nuevos materiales y asegurando velocidades de corte cada vez mayores. A su vez, ofrecen una alta protección contra la corrosión, por lo tanto son la solución más económica y ecológica para los procesos de fabricación.
En operaciones de taladrado, disponer de un buen suministro de refrigerante es fundamental para conseguir un buen rendimiento. Sus propiedades de circulación y refrigeración influyen directamente en la evacuación de la viruta, la calidad del agujero y la vida útil de la herramienta. Por ello, es importante contar con un caudal de refrigerante suficiente y realizar un control sobre la capacidad de volumen que expulsa.
La mejor forma de comprobar el volumen que sale de la broca es utilizando un cronómetro y un recipiente del tamaño adecuado.
Algunas recomendaciones:
- Utilizar siempre aceite soluble (emulsión) con aditivos EP (presión extrema). La mezcla de aceite y agua debe contener un 5-12 % de aceite para prolongar la vida útil de la herramienta (un 10-15 % para acero inoxidable y materiales de aleación termorresistente).
- El aceite puro mejora la lubricación y presenta ciertas ventajas a la hora de taladrar acero inoxidable. Utilice siempre aditivos EP. Tanto las brocas de metal duro como las de insertos intercambiables trabajan bien con aceite puro.
- Aire comprimido, líquido refrigerante pulverizado o MAL (Minimiza Quianti Lubricativo, cantidad mínima de lubricación) pueden dar buenos resultados en condiciones poco favorables, especialmente en algunas fundiciones y aluminio.
- Si es de aplicación, el suministro de refrigerante interior siempre es favorable, a diferencia del suministro exterior.
En caso de taladrar agujeros profundos es preferible el uso de refrigerante interior al evitar el atasco de viruta, en particular, en materiales de viruta larga. Una broca horizontal debe contar con un caudal de refrigerante de salida, sin descenso, de al menos 30 cm.
Si se trata de lograr un agujero de poca profundidad el refrigerante exterior resulta útil cuando la formación de viruta es buena. Para mejorar la evacuación de material, verifique que al menos una boquilla de refrigerante esté dirigida hacia el eje de la herramienta.